Existen múltiples factores que intervienen en el estado de nuestra salud oral. Algunos son de carácter biológico: por ejemplo, la predisposición genética a padecer caries o enfermedades de las encías; otros, sin embargo, dependen totalmente de nuestros hábitos cotidianos: la higiene, la alimentación, la frecuencia con la que acudimos al dentista…
Entre estos factores ambientales, uno de los más determinantes es el tabaquismo.
Las personas fumadoras cuentan con un riesgo mucho mayor de padecer distintas patologías sistémicas a causa de este hábito tan perjudicial. En cada calada que se le da a un cigarro, más de 4.000 sustancias -de las cuales aproximadamente 70 son cancerígenas- penetran en nuestro organismo. La cavidad oral, al ser la zona de entrada del humo al resto del cuerpo, resulta una de las partes más afectadas.
Tabaquismo y salud bucodental
Son muchas las consecuencias negativas que fumar tiene sobre nuestra salud bucodental.
Si queremos que el estado de nuestra dentición sea óptimo, a la par que funcional y estético, el tabaquismo es uno de los primeros hábitos que debemos eliminar de nuestro día a día.
Desde Daldent queremos informarte acerca de algunos de los riesgos que conlleva este vicio; y, si necesitas ayuda para contrarrestar sus efectos en la salud bucal, no dudes en acudir a nuestras clínicas dentales:
– Rechazo de implantes: la tasa de aceptación de las prótesis dentales es superior al 90%. Sin embargo, en los fumadores aumenta el periodo de cicatrización debido a la disminución de sus defensas y su riego sanguíneo bucal. Esto conlleva un riesgo mayor de sufrir complicaciones durante la recuperación. Además, los componentes presentes en el humo dañan los huesos maxilares y empeoran la osteointegración (proceso mediante el cual el implante se une a la superficie ósea).
– Enfermedades gingivales: las sustancias a partir de las cuales se elaboran los cigarrillos son muy dañinas para nuestras encías. El sistema defensivo no puede hacer frente a las bacterias que se acumulan en el tejido periodontal, y determinadas patologías como la gingivitis o la periodontitis pueden agravarse de forma significativa.
– Pigmentación: el tabaquismo es una de las principales causas por las que aparecen manchas de tono amarillento en los dientes. Aunque la coloración puede restaurarse gracias a distintos tratamientos de estética dental, si el paciente no cesa en su hábito de fumar, el esmalte que recubre los dientes cada vez resultará más dañado.
– Cáncer de boca: una de las peores consecuencias es la mayor predisposición a padecer un cáncer oral y orofaríngeo. Los elementos cancerígenos del tabaco incrementan las posibilidades de desarrollar este tipo de tumores en distintas zonas de la cavidad bucal. En España, la incidencia es de 6 a 13 casos por cada 100.000 hombres, y de 1 a 2 casos por cada 100.000 mujeres.