Qué es el bruxismo

Primera hora de la mañana. Toda la familia está desayunando y tu hijo, un día más, se queja de un fuerte dolor en los maxilares que le molesta a la hora de masticar. Se señala la zona abultada cerca de su oreja, donde se esconde la articulación témporo-mandibular (ATM). Si le haces una visita a mitad de la noche, aunque duerma plácidamente, te darás cuenta de que la mandíbula y el maxilar superior están fuertemente contraídos y escucharás como, a causa del roce, los dientes le rechinan.

¿Te resulta familiar esta situación? Probablemente sí, puesto que se trata de una escena cotidiana de un niño afectado por bruxismo, una de las patologías bucodentales más frecuentes durante la infancia y la adolescencia.

El bruxismo afecta entre al 20% y 30% de la población, y aunque suele aparecer en torno a la mayoría de edad, son muy frecuentes los casos en niños de corta edad. El afectado por esta patología, comúnmente llamado “bruxista”, aprieta los dientes de la parte superior y los de la parte inferior de manera exagerada, y los desplaza de adelante hacia atrás produciendo el particular “chirrido”. Esta acción, como es lógico, acaba desgastando las capas externas del diente.

Las causas pueden deberse a factores físicos, psicológicos o neurofisiológicos. Estudios recientes demuestran que su presencia en niños y adolescentes suele estar relacionada con episodios de ansiedad y estrés. Los músculos, inconscientemente y a menudo durante el sueño, se contraen.

¿Cuáles son los síntomas que presenta un bruxista?

Quien padece bruxismo se queja reiteradamente de dolor mandibular y en los oídos. También de fuertes cefaleas provocadas por la contracción muscular. A menudo, dicho dolor le provoca episodios de insomnio que podrían derivar en ansiedad y tensión. Además, la fuerte oclusión de las arcadas dentales provoca un desgaste en el esmalte y, con el tiempo, en la dentina; lo cual provoca sensibilidad a los alimentos fríos y calientes que pueden “delatar” la presencia oculta de bruxismo.

Tratamiento

Si algún miembro de tu familia o tú mismo os veis afectados por esta dolencia, ¡no te preocupes! Es muy común y en Daldent te ofreceremos una solución, ya que somos, además, expertos en análisis oclusal y en el tratamiento de problemas en la ATM.

El principal tratamiento es la conocida férula de descarga (o férula de Michigan). Se trata de un molde de resina, similar a la ortodoncia invisible, que se realiza a medida de cada paciente. Su función es derivar la fuerza ejercida por los maxilares para relajar la musculatura facial, evitar la contracción y así proteger los dientes.

La frecuencia de su uso variará dependiendo de cada paciente, y es el especialista el encargado de especificar las particularidades de su uso.